SÍNTOMAS
Ronquido, pausas o paradas respiratorias durante la noche, despertares nocturnos con sensación de ahogo. Boca seca recién levantado/a. Los síntomas en la mujer son mucho menos marcados, a veces se esconde tras un supuesto insomnio.

CONOCE MÁS
Es otro de los trastornos del sueño más prevalentes en la población y está francamente infradiagnosticado. También se da a cualquier edad. Más frecuente en hombres pero su probabilidad se iguala en mujeres tras la menopausia. Aumenta la probabilidad de padecer un infarto de miocardio o un accidente cardiovascular.

LOS EXPERTOS RECOMIENDAN
Controlar el peso, evitar dormir hacia arriba. Limitar el consumo de tabaco ó alcohol.

CUÁNDO ACUDIR A UN ESPECIALISTA
Siempre que exista un ronquido intenso, con pausas respiratorias observadas por un familiar, sobre todo, en personas con exceso de peso u obesidad. La apnea del sueño provoca mucha somnolencia en varones y mucho cansancio diurno en mujeres.
Los conductores habituales y profesionales que hayan tenido en alguna ocasión somnolencia al volante deben solicitar consulta urgente con un profesional que descarte este diagnóstico.

Puedes sufrir de insomnio y apnea obstructiva a la vez.

SÌNTOMAS
Urgencia por mover las piernas o cambiar su posición constantemente que ocurre a última hora del día, o ya en la cama. Es irregular en aparición y severidad, es decir ocurre unos días sí y otros no y frecuentemente unos días es más molesto que otros. Impide conciliar el sueño, debajo de un supuesto insomnio puede existir un síndrome de piernas inquietas.

CONOCE MÁS
Es más frecuente en mujeres y tiene agregación familiar, esto quiere decir que probablemente si investigamos haya otras mujeres en la familia (madres, abuelas) que también hayan padecido este trastorno. Empeora en mujeres con reglas abundantes. No tiene nada que ver con las varices, de hecho, es frecuente achacar estos síntomas a las varices lo que retrasa el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas. También es relativamente frecuente en edad infantil.

LOS EXPERTOS RECOMIENDAN
Revisar el papel de los distintos fármacos en la aparición de los síntomas. La mayor parte de antidepresivos y fármacos antilipemiantes empeoran la clínica nocturna.

CUÁNDO ACUDIR A UN ESPECIALISTA
Siempre que los síntomas sean de tal severidad o tan frecuentes que condicionen nuestra calidad de sueño y nuestra calidad de vida.

Bruxismo
Rechinar nocturno de dientes y/o apretamiento de arcadas dentales que produce un desgaste de las piezas dentarias y se refleja durante el día en dolor en la articulación témporomandibular o en dolor y sensación de calambre en piezas dentarias. Más frecuente en edad infantil pero también se da en adultos. Las últimas investigaciones al respecto apoyan su frecuente relación con la apnea del sueño y con distintos estresores.

Parasomnias
Episodios de agitación nocturna durante los que las personas se encuentran medio dormidos – medio despiertos y realizan diferentes actividades, las cuales no recuerdan el día posterior: gritos, vocalizaciones, movimientos bruscos, caídas de la cama, deambulación por la habitación o por fuera de ella. En niños son frecuentes y mejoran con la edad, su debut en personas de edad avanzada puede ser un anuncio de una enfermedad neurodegenerativa. Dentro de este subgrupo de trastornos del sueño se incluyen los terrores nocturnos, las pesadillas, el sonambulismo, el síndrome de ingesta nocturna durante el sueño o el trastorno del comportamiento durante el sueño REM.

Hipersomnias
Trastornos del sueño caracterizados por la presencia de accesos bruscos de sueño durante el día. Para que consideremos que existe una hipersomnia, en primer lugar hemos de conocer las necesidades de sueño de cada persona y valorar si existe una deuda crónica de sueño que justifique estos síntomas. Una vez descartado este factor debemos analizar si además de la tendencia al sueño existen episodios de pérdida del tono muscular de todo el cuerpo o de la mandíbula con ligera protusión de la lengua provocados por emociones (cataplejía), alucinaciones al inicio o final del sueño y/o imposibilidad de mover el cuerpo al despertar que se acompaña de sensación de angustia (parálisis del sueño). La hipersomnia idiopática o la narcolepsia son los principales trastornos del sueño a descartar si existe una somnolencia acusada acompañada o no del resto de síntomas previamente descritos. La apnea obstructiva del sueño también puede provocar una somnolencia patológica.