CAPITULO 1: “No todo el que duerme mal tiene insomnio“
¿Todo aquel que en algún momento de su vida duerma mal podemos decir que padece un insomnio?.
No, más de la mitad de la población a día de hoy puede tener noches en las que no pega ojo y al otro día se encuentra agotado y con lógica somnolencia, pero para que hablemos de insomnio con mayúsculas se tienen que cumplir unos criterios especificados en las guías internacionales para que haya consenso entre todos los profesionales que nos dedicamos a la disciplina del sueño.
Un insomnio puede ser agudo o crónico dependiendo de que dure menos o más de tres meses respectivamente. La persona ha de tener problemas para conciliar el sueño, despertares durante la noche ó un despertar precoz, antes de que suene el despertador varios días por semana y lo más importante es que no podemos hablar de insomnio si no hay repercusión diurna, es decir que el paciente ha de percibir que debido a su mala calidad de sueño rinde menos al día siguiente porque se encuentra cansado, con somnolencia ó con dificultad por ejemplo para concentrarse ó para realizar sus tareas.
